En termodinámica se define un proceso adiabático a aquel en el cual el sistema termodinámico (generalmente, un fluido que realiza un trabajo) no intercambia calor con su entorno.
El edificio entiende su aislamiento como una forma de acondicionar el interior habitado, por ello, envuelve cada vivienda por todas sus caras, evitando los puentes térmicos y convirtiendo todos los paramentos en una cápsula aislada.
El criterio de diseño del proyecto Madrid 0,0, toma la estanqueidad total como requisito básico para cumplir nuestro principal objetivo: evitar los sistemas activos de calefacción y refrigeración. El argumento, erróneamente extendido, según el cual "una pequeña junta mal sellada no es perjudicial para el rendimiento energético del edificio" es completamente erróneo. Incluso la menor pérdida de calor puede poner en peligro toda la construcción.
En el caso de las viviendas proyectadas en Torrejón de Ardoz, la estanqueidad está, desde el inicio del proceso de diseño, plenamente garantizada. Los puntos débiles (principalmente las juntas entre distintos materiales) se controlan con espacios adicionales que funcionan como separadores térmicos. Además, todas las instalaciones del interior de las viviendas se desarrollan en una segunda piel que envuelve todos los espacios habitables. Esto permite la ubicación de interruptores, enchufes y otros elementos sin perjudicar el aislamiento.
El edificio entiende su aislamiento como una forma de acondicionar el interior habitado, por ello, envuelve cada vivienda por todas sus caras, evitando los puentes térmicos y convirtiendo todos los paramentos en una cápsula aislada.
El criterio de diseño del proyecto Madrid 0,0, toma la estanqueidad total como requisito básico para cumplir nuestro principal objetivo: evitar los sistemas activos de calefacción y refrigeración. El argumento, erróneamente extendido, según el cual "una pequeña junta mal sellada no es perjudicial para el rendimiento energético del edificio" es completamente erróneo. Incluso la menor pérdida de calor puede poner en peligro toda la construcción.
En el caso de las viviendas proyectadas en Torrejón de Ardoz, la estanqueidad está, desde el inicio del proceso de diseño, plenamente garantizada. Los puntos débiles (principalmente las juntas entre distintos materiales) se controlan con espacios adicionales que funcionan como separadores térmicos. Además, todas las instalaciones del interior de las viviendas se desarrollan en una segunda piel que envuelve todos los espacios habitables. Esto permite la ubicación de interruptores, enchufes y otros elementos sin perjudicar el aislamiento.