El diseño del edificio parte de una malla o matriz
energética configurada a partir de la trayectoria solar, la geometría urbana y
la orientación de los vientos dominantes de la zona favoreciendo la
permeabilidad del edificio al viento.
Entre las soluciones bioclimáticas innovadoras que aporta el
proyecto están la “Piel Bioperfectible”, una envolvente industrializada y
evolutiva, que permite que la fachada y la cubierta del edificio se comporten
como la piel de un ser vivo, reaccionando en función de las condiciones
climáticas exteriores e integrando todos los sistemas de captación y disipación
de la radiación, aprovechándose o protegiéndose de esta para conseguir un
elevado bienestar interior. Esta piel cuenta con captadores solares térmicos y
paneles fotovoltaicos.
Los primeros cálculos realizados indican que
el edificio se autoabastece en un 75% de su consumo energético con fuentes de
energía renovable, lo que lo sitúa entre uno de los proyectos de arquitectura
bioclimática más avanzados de Europa.