Es un tipo de energía renovable que se encuentra almacenada bajo la superficie terrestre en forma de calor a una temperatura constante durante todo el año. Es una energía limpia que aprovecha el calor del subsuelo para climatizar de forma ecológica, permitiendo un ahorro en la factura energética y una reducción de las emisiones de CO2.
Presenta importantes ventajas respecto a otros sistemas de climatización renovables, ya que es uno de los pocos que permiten obtener refrigeración, calefacción y agua caliente sanitaria con la misma instalación. Además, es una de las energías renovables más eficientes ya que está disponible 24 horas al día, 365 días al año.
Presenta importantes ventajas respecto a otros sistemas de climatización renovables, ya que es uno de los pocos que permiten obtener refrigeración, calefacción y agua caliente sanitaria con la misma instalación. Además, es una de las energías renovables más eficientes ya que está disponible 24 horas al día, 365 días al año.